A propósito del comentario de loiayirga y de las relaciones entre cómics y cine, ayer me fui a ver Spiderman3, así que, va algo sobre cómics y cine (y literatura, y ...).
Sin City y 300 son dos cómics estupendos. Su autor, Frank Miller, es una de las figuras más destacadas en el cómic desde hace unos años y a mí, la verdad, me gusta mucho. Tanto las obras citadas, como sus Batman. Un dibujo poderoso, un manejo del contraste de los blancos y negros y unos guiones sugerentes. Desde luego, las dos películas me parecieron muy dignas, interesantes (si sabes qué tipo de cine vas a ver y te gusta) y bien hechas. Lo cierto es que Frank Miller no habría dejado a Robert Rodríguez adaptar su cómic de no haberlo hecho tal y como a él le parecía. Y eso se nota. También en 300. Ambas películas fueron tremendos éxitos de taquilla, sobre todo 300. Pero tampoco es tan raro si se tiene en cuenta que una de cada seis salas proyectaban la película. La distribución manda. Hasta tal punto que la batalla de las Termópilas volvió a ponerse de moda. Sospecho que 300 ha puesto a Heródoto más de moda de lo que lo hizo Kapuscinsky con sus Viajes con Heródoto. Y seguramente la Editorial Ariel no habría sacado tan oportunamente el libro de Paul Cartlegde (Termópilas. La batalla que cambió el mundo) si no hubiese sido por el tirón de la película de la que hablamos.
Y si estas dos adaptaciones de cómics al cine tenían detrás una campaña promocional descomunal ¿qué decir de Spiderman3? Ahora bien, si en las dos adaptaciones de Frank Miller el resultado es el de películas que, como poco, se dejan ver, en el caso de esta nueva entrega de Spiderman dan ganas de salir corriendo. Y, como siempre, el problema no es el cómic original del que se adapta la historia para el cine, porque en la mayor parte de adaptaciones no hay un sólo cómic original, sino que son varias las historias que sirven para armar el guión de la película.
Después de muchas adaptaciones que habían pasado sin pena ni gloria, por la dificultad técnica de llevar a la pantalla las hazañas de los héroes del cómic, en 1978 llega al cine Superman, con aquélla aparición de Marlon Brando que costó más que todo el resto de la producción.
Yo todavía recuerdo la emoción con la que fui a ver Conan el Bárbaro, la película de John Milius del año 1982 en la que hacía un refrito de muchos cómics de Conan que, como iniciado, me emocionaba identificar en la pantalla. A su vez, los cómics de Conan eran adaptaciones de la obra de Robert E. Howard, autor prácticamente ignorado durante años (salvo para los fans de la revistas pulp donde publicaba sus fantasías heroicas. Ahora la editorial Timum Mas ha publicado todo Conan) hasta que el cómic le sacó del olvido. En 1989 vimos la primera adaptación de Batman. Después, en 1990, Warren Beatty dirigió y protagonizó la adaptación al cine de otro héroe del cómic, Dick Tracy. Y tras las mezclas de personajes reales y dibujados en muchas películas de los 90, llegamos a la explosión del universo Marvel (y, en menor medida, del de la DC Cómics) hasta ahora.
Desde luego, yo si tengo que quedarme con tres películas de superhéroes, me quedo, sin duda, con Hulk, la película de Ang Lee del 2003, con la magnífica adaptación de Hellboy que hizo Guillermo del Toro en el 2004 y con la última de Batman, Batman Begins, del 2005. La de Ang Lee porque me parece un director fuera de serie. Creo que no hay dos películas en las que se haya repetido, ni en el tema, ni el tratamiento del mismo. En Hulk consigue hacer una película magnífica sin dejar que nos olvidemos de que estamos ante una adaptación de un cómic (esos planos múltiples, como viñetas en la pantalla, que en manos de otro serían una chapuza, aquí me parecen perfectos). Guillermo del Toro, además de un magnífico director es un impenitente lector de cómics y se nota en su tratamiento de Hellboy. Recuerdo haber visto un documental en el que se le ve emocionado con una reedición del Kamandi de Jack Kirby. Y la última de Batman creo que es la mejor. La menos "excesiva", aunque la primera de Tim Burton, también me gustó mucho. Otras cosas como todas las Patrullas X, Catwoman, los Cuatro Fantásticos ... (no sé si me dejo más) son entretenimientos sin casi sustancia cinematográfica.
Con lo que vuelvo al origen de este rollo, y a mi cabreo con Spiderman 3 y las tomaduras de pelo a que te pueden llevar la ausencia de películas decentes en las salas, el marketing, y, ¡ay! cierta querencia por los personajes de los cómics. Había gente en el cine que bufaba. Hasta los chicos más frikis estaban a punto de estrangular a alguien. Y hubo quien poniéndose estupenda dijo que "cuarenta años de un cómic magnífico no se merecen esto". Cierto. Ni siquiera se lo merecían las dos primeras adaptaciones, de las que la segunda hasta era buena. Creo que estoy ya necesitando una dosis de TNMT (o sea, de Teenage Mutant Ninja Turtles).
Sin City y 300 son dos cómics estupendos. Su autor, Frank Miller, es una de las figuras más destacadas en el cómic desde hace unos años y a mí, la verdad, me gusta mucho. Tanto las obras citadas, como sus Batman. Un dibujo poderoso, un manejo del contraste de los blancos y negros y unos guiones sugerentes. Desde luego, las dos películas me parecieron muy dignas, interesantes (si sabes qué tipo de cine vas a ver y te gusta) y bien hechas. Lo cierto es que Frank Miller no habría dejado a Robert Rodríguez adaptar su cómic de no haberlo hecho tal y como a él le parecía. Y eso se nota. También en 300. Ambas películas fueron tremendos éxitos de taquilla, sobre todo 300. Pero tampoco es tan raro si se tiene en cuenta que una de cada seis salas proyectaban la película. La distribución manda. Hasta tal punto que la batalla de las Termópilas volvió a ponerse de moda. Sospecho que 300 ha puesto a Heródoto más de moda de lo que lo hizo Kapuscinsky con sus Viajes con Heródoto. Y seguramente la Editorial Ariel no habría sacado tan oportunamente el libro de Paul Cartlegde (Termópilas. La batalla que cambió el mundo) si no hubiese sido por el tirón de la película de la que hablamos.
Y si estas dos adaptaciones de cómics al cine tenían detrás una campaña promocional descomunal ¿qué decir de Spiderman3? Ahora bien, si en las dos adaptaciones de Frank Miller el resultado es el de películas que, como poco, se dejan ver, en el caso de esta nueva entrega de Spiderman dan ganas de salir corriendo. Y, como siempre, el problema no es el cómic original del que se adapta la historia para el cine, porque en la mayor parte de adaptaciones no hay un sólo cómic original, sino que son varias las historias que sirven para armar el guión de la película.
Después de muchas adaptaciones que habían pasado sin pena ni gloria, por la dificultad técnica de llevar a la pantalla las hazañas de los héroes del cómic, en 1978 llega al cine Superman, con aquélla aparición de Marlon Brando que costó más que todo el resto de la producción.
Yo todavía recuerdo la emoción con la que fui a ver Conan el Bárbaro, la película de John Milius del año 1982 en la que hacía un refrito de muchos cómics de Conan que, como iniciado, me emocionaba identificar en la pantalla. A su vez, los cómics de Conan eran adaptaciones de la obra de Robert E. Howard, autor prácticamente ignorado durante años (salvo para los fans de la revistas pulp donde publicaba sus fantasías heroicas. Ahora la editorial Timum Mas ha publicado todo Conan) hasta que el cómic le sacó del olvido. En 1989 vimos la primera adaptación de Batman. Después, en 1990, Warren Beatty dirigió y protagonizó la adaptación al cine de otro héroe del cómic, Dick Tracy. Y tras las mezclas de personajes reales y dibujados en muchas películas de los 90, llegamos a la explosión del universo Marvel (y, en menor medida, del de la DC Cómics) hasta ahora.
Desde luego, yo si tengo que quedarme con tres películas de superhéroes, me quedo, sin duda, con Hulk, la película de Ang Lee del 2003, con la magnífica adaptación de Hellboy que hizo Guillermo del Toro en el 2004 y con la última de Batman, Batman Begins, del 2005. La de Ang Lee porque me parece un director fuera de serie. Creo que no hay dos películas en las que se haya repetido, ni en el tema, ni el tratamiento del mismo. En Hulk consigue hacer una película magnífica sin dejar que nos olvidemos de que estamos ante una adaptación de un cómic (esos planos múltiples, como viñetas en la pantalla, que en manos de otro serían una chapuza, aquí me parecen perfectos). Guillermo del Toro, además de un magnífico director es un impenitente lector de cómics y se nota en su tratamiento de Hellboy. Recuerdo haber visto un documental en el que se le ve emocionado con una reedición del Kamandi de Jack Kirby. Y la última de Batman creo que es la mejor. La menos "excesiva", aunque la primera de Tim Burton, también me gustó mucho. Otras cosas como todas las Patrullas X, Catwoman, los Cuatro Fantásticos ... (no sé si me dejo más) son entretenimientos sin casi sustancia cinematográfica.
Con lo que vuelvo al origen de este rollo, y a mi cabreo con Spiderman 3 y las tomaduras de pelo a que te pueden llevar la ausencia de películas decentes en las salas, el marketing, y, ¡ay! cierta querencia por los personajes de los cómics. Había gente en el cine que bufaba. Hasta los chicos más frikis estaban a punto de estrangular a alguien. Y hubo quien poniéndose estupenda dijo que "cuarenta años de un cómic magnífico no se merecen esto". Cierto. Ni siquiera se lo merecían las dos primeras adaptaciones, de las que la segunda hasta era buena. Creo que estoy ya necesitando una dosis de TNMT (o sea, de Teenage Mutant Ninja Turtles).
1 comentario :
Recuerdo vagamente la versión de Hulk realizada por Ang Lee, así que corrigeme si me equivoco, pero yo creo recordar más una atención excesiva entre la relación padre e hijo de Eric Bana y Nick Nolte (que grande Nick Nolte), continuamente a Hulk corriendo entre montañas y desierto... y Dios sabe que lo único que yo he leido de Hulk (hasta ahora, siempre hay tiempo para más) ha sido algún comic en el que competía con La Cosa, pero... esta última versión me convenció más y me resultó algo menos pesada que la del 2003. Quizás tengan que ver los efectos, quizás el nuevo reparto, contando Tim Roth, Edward Norton, etc.
De todos modos, volveré a ver esta película solo para concienciarme algo más (y como no, poder discutirla más a fondo).
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